Con el paso de los años van apareciendo arrugas en nuestro rostro, pero ¿cómo afectan a nuestro aspecto, lo hacen todas del mismo modo? ¿Hay que hacer una guerra indiscriminada a las arrugas o debemos ser selectivos con ellas? ¿Si no escondo mi edad, por que debería tratarme las arrugas?
Una cara armónica y atractiva, bien equilibrada, transmitirá una imagen de mayor fiabilidad, confianza y bondad, aunque esto no tenga por que corresponderse con la realidad, por la comunicación no verbal que emana, que va directa al inconsciente del interlocutor.
En el otro extremo, una cara descuidada o una cara que se esconde bajo capas de maquillaje o tratamientos excesivos o artificiales que disminuyen la expresividad, obtendrán un efecto contrario, pues al ser menos expresivos, se generará desconfianza.
Como dice la canción, “Cada arruga de mi piel es el mapa de lo que viví”. Pero dentro de las arrugas faciales, algunas únicamente indican que somos personas expresivas, emotivas o incluso miopes, y no afean el rostro ni muestran mayor vejez, mientras otras dan a nuestra cara un aspecto cansado, amargado, enfadado o triste.
Pongamos algunos ejemplos:
Las arrugas peribucales, tanto las de las comisuras de los labios como el “código de barras” dan una imagen de tristeza, amargura y de mayor edad, por lo que convendrá corregirlas.
Los surcos nasogenianos también muestran abatimiento y vejez cuando están muy marcados, por lo que se corregirán si es el caso. Pero se debe evitar tratarlos cuando no procede, porque una cara plana restará expresividad.
Un ceño fruncido es signo de enfado, mal humor y preocupación. El entrecejo es una zona que conviene revisar.
Las patas de gallo por el contrario, aparecen desde temprana edad al sonreír, transmiten felicidad cuando se forman, por lo que convendrá atenuarlas si están muy marcadas, pero siempre tendiendo a quedarse mas corto que largo en el tratamiento, pues es más atractiva una cara que muestra felicidad.
Resumiendo, desde nuestro punto de vista, la medicina estética es una herramienta al alcance de todos, que nos ayuda con pequeños retoques a ofrecer una imagen mas feliz, positiva, atractiva, descansada y armónica, sin alterar lo que somos.
No se trata de aparentar menos años, sino de llevarlos muy bien.
Dra Laura Simón Monterde
Especialista en Medicina Estética
0 comentarios