La ginecomastia es una situación bastante frecuente durante la adolescencia, de forma que más de la mitad de los adolescentes la presentarán durante su desarrollo. El término “ginecomastia” hace referencia al aumento del tejido mamario en los hombres.
Si tenemos en cuenta que la adolescencia es un periodo crítico de la vida, donde se establecerán los pilares que regirán nuestra vida adulta, es fácil entender la importancia psicológica y social que puede tener un desarrollo mamario anormal en esta edad.
De hecho, la ginecomastia en los adolescentes ha demostrado tener un importante impacto negativo para la salud psico-social, disminuyendo en gran medida la autoestimadel adolescente y sus relaciones sociales con compañeros, amigos, etc., produciendo de este modo un perjudicial aislamiento social. Es más, se ha demostrado que esta baja autoestima se observa incluso en los casos más leves, cuando la ginecomastia es todavía pequeña.
Aunque es verdad que la mayoría de los casos se resolverá de manera espontánea en 1-3 años, cerca del 10% de los casos mantendrán un desarrollo mamario anormalmente grande, lo cual supone, como hemos dicho, un gran impacto emocional en un momento crítico del desarrollo.
Cuando la ginecomastia no se resuelve de manera espontánea, lo más probable es que tenga que tratarse con cirugía. Además, la pérdida de peso de manera controlada por un especialista cuando existe sobrepeso (frecuentemente asociado en estos casos) puede ayudar, pero no resolverá el problema de base.
Así, el tratamiento en estos casos pasa necesariamente por la cirugía, de modo que hay que extirpar todo el tejido que sobra. Existen diferentes técnicas, desde la liposucción hasta la mastectomía mediante una incisión periareolar. Cada caso debe ser valorado individualmente y ofrecer un tratamiento personalizado, por lo que es necesario consultar con un especialista para tomar la mejor decisión posible.
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