
¿Te has preguntado alguna vez si el tamaño o la forma de tu cabeza puede afectar a la caída del cabello?
No es ninguna tontería. Hoy vamos a hablar precisamente de eso, de cómo el tamaño o la forma del craneo pueden afectar a la alopecia androgenética.
Vamos a hablar de muchas cosas interesantes y curiosas, así que no te lo pierdas
Hace unos días Sergio nos decía lo siguiente:
“Hay artículos que dan entender que está muy relacionada con la forma del cráneo, las cabezas ovalada son más propensas a ser calvos. El craneo crece a niveles milimétricos hasta nuestra muerte lo cual estira la piel lo cual provoca que se estrechen los vasos sanguíneos se crean fibrosis y calificación ademas se crea una reacción a éste estiramiento libera niveles nocivos de dht. La forma del cráneo explica perfectamente el patrón de calvicie.”
Como sabes en este canal hablamos de todos los temas relacionados con la alopecia. Para bien o para mal, hablamos de todos los aspectos de la caída del cabello.
Hemos hablado de cómo recuperar el pelo con tratamientos naturales, la utilidad de los hilos tensores para la alopecia e, incluso, dedicamos un vídeo a los pulsos binaurales.
Por tanto, este tema no podíamos pasarlo por alto. Así que vamos allá.
Teoría sobre alopecia androgenética más aceptada actualmente
Actualmente, la hipótesis más aceptada que explica la alopecia androgenética es un proceso que depende, por una parte, de nuestra herencia genética y, por otra parte, de la influencia de los andrógenos sobre el folículo piloso.
De esta manera, los folículos pilosos estarían programados genéticamente para miniaturizarse pero algunos factores como los andrógenos podrían acelerar este proceso.
Sin embargo, esta teoría que todos aceptamos casi como un dogma actualmente, deja algunas cuestiones importantes sin responder.
Como sabes, en los hombres, la alopecia androgenética suele empezar por las entradas y la coronilla hasta que se afecta toda la parte de arriba de la cabeza pero no se afecta la zona temporal o la zona occipital, que siguen manteniendo el pelo durante toda la vida.
La actual teoría acepta que la DHT se acumularía en las inmediaciones del folículo piloso y este acúmulo de DHT ocasionaría la miniaturización del cabello y su pérdida final.
Dificultades para explicar algunos hechos en la alopecia androgenética
Pero ¿qué hace que la dihidrotestosterona aumente en los tejidos propensos a la alopecia androgénica y no aumente en los otros tejidos? ¿Por qué se acumula aquí sí y aquí no?
¿Por qué la DHT tiene efecto a partir de una determinada edad pero no la tiene antes?
Por otra parte, la hormona dihidrotestosterona (como otras hormonas masculinas) estimula, de manera general, el crecimiento del pelo en el cuerpo.
Pero justamente, en los pelos de la zona frontoparietal no los estimula sino que incluso hace que se caigan más. ¿Por qué la DHT también se asocia con un crecimiento de vello facial y corporal secundario?
¿Por qué la castración (que disminuye la producción de andrógenos en un 95%) puede detener el patrón de pérdida de cabello, pero no revertirlo por completo?
Por lo tanto, como ves, todavía quedan bastantes flecos por cerrar con respecto a la alopecia androgenética a los que la ciencia todavía no ha podido dar una explicación convincente.
Teoría del tamaño y la forma del cráneo en el desarrollo de alopecia androgenética
Y es aquí donde aparece la teoría propuesta por Paul J Taylor, del Reino Unido. Según este investigador, el desarrollo del cráneo tendría una influencia decisiva en la aparición de la alopecia androgenética.
Veamos esta teoría.
Hasta hace pocos años se creía que cuando finalizaba la pubertad el crecimiento del cráneo se detenía.
Sin embargo, actualmente se ha visto que el crecimiento del cráneo puede mantenerse a lo largo de la vida del ser humano.
En el craneo tenemos varios huesos, que tienen aquí colores diferentes.
Tenemos, por ejemplo, el hueso frontal que está pintado en azul, los huesos parietales, el occipital por detrás o los temporales a ambos lados.
Así, según Taylor, el crecimiento mínimo e imperceptible del cráneo ocasionaría el estiramiento de la piel que está por encima de los huesos y, consecuentemente, habría un menor aporte sanguíneo a los folículos pilosos.
Esto reduciría la llegada de los nutrientes que se requieren para el crecimiento normal del cabello.
De este modo, la miniaturización del pelo sería consecuencia de un proceso de la remodelación ósea exagerado que condicionaría la reducción en el suministro de sangre en la zona afectada.
Esto podría enlazar aquí con algunas teorías sobre el aporte sanguíneo y los masajes capilares para tratar la alopecia androgenética, pero no nos vamos a liar ahora con ese tema.
Por lo tanto, según la teoría de Taylor: crece el craneo, no llega suficiente sangre y el pelo se miniaturiza.
Pero si la alopecia depende del crecimiento del craneo, esto no explicaría porqué cuando inhibes el efecto de la DHT mediante tratamientos como finasteride o dutasteride la alopecia mejora. Y sabemos que esto es así.
Pues sí, esto también está explicado por esta teoría. La verdad es que está todo pensado.
En las células que forman el hueso (llamadas osteoblastos) existen también receptores de andrógenos y parece ser que la DHT estimularía estas células y, por tanto, el crecimiento de los huesos.
De este modo, al haber más DHT también habría más crecimiento del cráneo y quizá esta estimulación del crecimiento óseo podría ser la responsable de la caída del cabello.
Por este motivo, si reduces la DHT con dutasteride, por ejemplo, también reduces el crecimiento de los huesos del cráneo.
Pongamos que estamos de acuerdo, ya tendríamos explicada la influencia de los andrógenos en la alopecia androgenética pero ¿qué pasa con la genética?
Pues evidentemente, el crecimiento del craneo también podría explicar la influencia de la genética en la alopecia, ya que la forma y crecimiento de nuestro craneo también estarían determinados por la herencia que nos transmitan nuestros padres.
Si nuestros padres tienen una determinada forma craneal es probable que nosotros tengamos una forma parecida.
Por lo tanto, esta teoría explicaría ambas cosas: la influencia de los andrógenos en la alopecia y la posible influencia de la genética.
Nuestra opinión sobre la teoría del crecimiento del cráneo y su relación con la alopecia
Como has visto, esta teoría es muy interesante desde el punto de vista biológico y explicaría muchas cosas que, de otro modo, quedan sin explicación.
Sin embargo, por el momento solamente es una hipótesis, ya que no se ha demostrado que sea cierta, aunque es verdad que tampoco ha sido refutada.
Bajo nuestro punto de vista, todos los avances de la ciencia se han iniciado con una hipótesis que, a priori, parecía una tontería para la época.
Cuando se planteó la hipótesis de que las úlceras del estómago se producían por una bacteria todo el mundo se lo tomó a broma, y ahora se tratan con antibióticos.
Cuando se planteó que la peste negra se trasmitía por las ratas, sucedió lo mismo.
Sin embargo, también es verdad que a lo largo de la historia se han propuesto teorías que han resultado ser un fiasco y que ahora nos resultan inverosímiles.
Por ejemplo, se llegó a tratar la esquizofrenia con la extirpación de todos los dientes o se llegó a afirmar que la histeria estaba relacionada con el útero porque era una enfermedad propia de las mujeres.
Con respecto a la teoría del crecimiento del cráneo como causante de la alopecia androgenética tenemos que decir que, en un principio, nos sonó a chufla pero al leer el trabajo de Taylos, la verdad es que tiene cierta plausibilidad biológica.
Por el momento, aunque no nos cambia nada en nuestra práctica clínica habitual, resulta interesante abrir la mente a otras opciones.
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