La hernia umbilical es una afección común que se produce cuando una porción del tejido abdominal protruye a través de la pared abdominal en el área del ombligo. Esta protuberancia se ve como un bulto en el área del ombligo y puede ser más visible cuando el paciente tose, se pone de pie o realiza alguna actividad física.
Aunque la hernia umbilical no suele ser dolorosa, puede causar molestias y preocupación en el paciente. Además, si no se trata adecuadamente, la hernia puede aumentar de tamaño y provocar complicaciones como dolor, estrangulación y obstrucción intestinal.
La cirugía es el tratamiento más común para la hernia umbilical. Durante la operación, se hace una incisión en la zona del ombligo y se reintroduce el contenido de la hernia a su lugar dentro del abdomen. Luego, se repara la pared abdominal con suturas y se cierra la incisión.
La cirugía de hernia umbilical suele ser un procedimiento sencillo y seguro, que se realiza bajo anestesia general o local. El paciente puede volver a casa el mismo día de la operación y, en la mayoría de los casos, puede reanudar sus actividades normales en unas pocas semanas.
Si la hernia aumenta de tamaño o causa molestias significativas, es importante buscar atención médica y considerar la cirugía. Es especialmente preocupante si la hernia presenta dolor intenso, enrojecimiento, fiebre o dificultad para la expulsión de gases, puesto que puede indicar que se ha complicado. En estos casos, la atención médica debe ser inmediata.
En resumen, la hernia umbilical es una afección común que puede causar molestias y preocupación. La cirugía es el tratamiento más común para esta condición y suele ser un procedimiento sencillo y seguro. Si sospechas que tienes una hernia umbilical, es importante consultar con tu cirujano y discutir con él las opciones de tratamiento.