Los nevus o lunares son lesiones benignas que aparecen en la piel y pueden tener diferentes formas, tamaños y colores. Aunque la mayoría de los nevus no son peligrosos, en algunos casos es posible que se recomiende la eliminación para prevenir complicaciones o por motivos estéticos.
La eliminación de un nevus es un procedimiento sencillo que se realiza bajo anestesia local. El procedimiento puede variar dependiendo del tipo y la ubicación del nevus. En algunos casos, se puede utilizar una técnica de raspado para retirar la capa superior del nevus. En otros casos, se puede realizar una escisión quirúrgica para retirar completamente el nevus.
Después de la eliminación del nevus, es normal experimentar algo de dolor, enrojecimiento y formación de costra en el área afectada.
Es importante tener en cuenta que la eliminación de un nevus no garantiza que no vuelva a crecer. En algunos casos, puede ser necesario realizar un seguimiento continuo para detectar posibles recurrencias.
Si tienes un nevus que te molesta o te preocupa, habla con nosotros para determinar si la eliminación es una opción adecuada para ti. Es importante recordar que la mayoría de los nevus son benignos y no se consideran un riesgo para la salud, por lo que la eliminación solo se recomienda en caso de molestias o incomodidad, si existe un riesgo de cáncer de piel o con motivos estéticos.