Los nódulos mamarios son bultos que se pueden sentir en la mama y que pueden ser causados por una variedad de razones. Uno de los tipos más comunes de nódulos mamarios es el fibroadenoma, que es un bulto no canceroso que se compone de tejido glandular y conectivo.
Los fibroadenomas son comunes en mujeres jóvenes y suelen ser indoloros y móviles. En la mayoría de los casos, no requieren tratamiento, pero si un fibroadenoma crece rápidamente o causa síntomas molestos, puede ser necesario extirparlo mediante una cirugía.
El tratamiento para los nódulos mamarios depende del tipo de nódulo y de si es canceroso o no. Si se encuentra un nódulo en la mama, se pueden realizar pruebas adicionales, como una mamografía o una ecografía, para evaluar la causa del nódulo.
Si se encuentra un fibroadenoma, se puede hacer un seguimiento del bulto para detectar cualquier cambio en el tamaño o la forma. Si el fibroadenoma no causa síntomas y no cambia de tamaño, es posible que no se requiera tratamiento. Si el fibroadenoma está causando dolor o cambios en la forma o el tamaño, se puede considerar la extirpación quirúrgica.
La extirpación quirúrgica es un procecimiento relativamente sencillo que puede realizarse en régimen de cirugía sin ingreso, con anestesia local con o sin sedación. Esto permite una recuperación más temprana tras la intervención, reduciendo el riesgo de complicaciones.
Si te has encontrado un nódulo, es importante que consultes cuanto antes con tu cirujano para determinar el mejor plan de tratamiento en tu caso particular.